lunes, 23 de noviembre de 2009

¿Te sientes preparada(o) para asumir esta responsabilidad a tu edad?


Por: Paula Valeria Segura S. 8 B J.M.

La influencia de los medios de comunicación, la pobreza y el desplazamiento son algunos de los múltiples factores que se asocian con la problemática de los embarazos en adolescentes. A medida que los casos aumentan, las consecuencias son peores: en el aspecto de salud, se incrementan las enfermedades de transmisión sexual, los abortos y la mortandad materna.

Algunos jóvenes de ahora sólo se interesan por salir a bailar y divertirse con sus amigos, otros ya ni siquiera pueden hacerlo porque ya tienen una responsabilidad mayor. Ahora los adolescentes en fiestas o en otros lugares públicos ni se han conocido y ya están en la cama, en este punto nos podemos preguntar: ¿será que esos jóvenes demuestran cuanto quieren su cuerpo?

Desde temprana edad quieren empezar a jugar a la “Mamá y al Papá”, creen que su primer novio va a ser el amor de su vida, piensan que es muy fácil, pero cuando ya cometen el error se dan cuenta de que no es solo tener un bebé y cambiarle el pañal, pues no, no es sólo eso, ya desde ahí tienen que empezar una nueva vida, con un pelado que ni ha terminado el bachillerato, no tiene trabajo, no sabes si un día se va y te deja sola, si algún día se atreve a ponerte la mano encima, o si esa niña no es la persona inocente que creías que era, está con uno y con otro, y tú empiezas a preguntarte si en verdad ese bebé es tuyo.

Al principio es fácil decir: voy a tener un bebé, criémoslo juntos, o, simplemente hagámoslo que si llega a quedar embarazada “fresca que yo respondo”. Claro, como dicen por ahí “El hombre propone y la mujer dispone”. Pero en estos tiempos, ya no es solo el muchacho el que propone, sino que la niña también ayuda. Pero cuando ellas están confiadas de que el muchacho les va a responder, se dan cuenta de que eso que les dijeron sólo eran palabras, y después ellos dicen “yo no voy a responder, ese niño ni debe ser mío”.

Últimamente nos damos cuenta que la familia también influye en este problema. Ahora los hogares se están arruinando, eso también conlleva a los embarazos en jóvenes, los padres por estar más preocupados en sus peleas o discusiones, descuidan a sus hijos, no dialogan con ellos, no los aconsejan, no saben ni dónde ni con quién están, y tampoco les importa; no existe un apoyo de la familia hacia los hijos, sino que después de cometer el error, reciben de respuesta un “si ve, yo se lo dije”. Los amigos también son un factor importante para que este problema cada vez aumente. Tal vez el sentirse rechazado por sus amigos, por el simple hecho de decir “NO” los asusta, y por eso lo hacen, para ser el “DURO O DURA DEL PARCHE”. Pero eso solamente muestra nuestra falta de valores y no “tener los pantalones” para decir NO, esto deja ver quiénes somos verdaderamente, no tenemos el valor de tomar nuestras propias decisiones, sino que necesitamos a alguien más que lo haga por nosotros.

Conocemos casos de jóvenes que están pasando por la anterior situación, y es a través de ellos que nos damos cuenta de que no es una situación muy fácil, hay que tener mucha madurez para afrontarla.

Esta problemática es una de las tantas que afectan a este país, tal vez el gobierno y otras entidades de salud en Colombia se interesen por ayudar para que este problema se acabe, pero la verdad hay que pasar de lo político a lo práctico, que no todo lo que digan se quede en leyes o escritos en un papel. Tal vez haya charlas, páginas de Internet que ayuden y den información acerca de los riesgos de las relaciones sexuales en adolescentes, de lo contrario este problema se va a multiplicar cada vez más si no hay respeto por nosotros mismos y si no conocemos de valores.

En conclusión este tema no es tan fácil como creíamos, es tan sólo una parte de la problemática, y como ya lo dije antes se necesita mucha madurez y responsabilidad para asumir esto. Este problema social que estamos viviendo es algo que nos afecta a todos, nos estamos reproduciendo como animales, cuantas jóvenes se ven por las calles con dos o tres niños teniendo 18 o 19 años, prefieren criar niños, aunque no sea su preferencia, a estar viviendo la vida normal de una joven, pierden parte de su adolescencia y empiezan la etapa adulta mucho antes de lo debido. Pongámonos a pensar: si a nuestros padres algunas veces se les dificulta darnos un par de zapatos, cómo sería si trajéramos un bebé a este mundo? lo único que haríamos sería ponerlo a aguantar hambre, además de ser una cifra más de pobreza en el país.

Ahora ¿TE SIENTES PREPARADA Y/O PARA
ASUMIR ESTA RESPONSABILIDAD A TU EDAD?

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