Por: Ingrid Marisol Ramírez R.
Docente Biología
A lo largo de la vida, y en múltiples ocasiones sucede que te cruzas con temas, situaciones o personas que llegan a ti a través de diferentes medios, como si te estuvieran persiguiendo; es ahí cuando terminas por prestarles atención y comienzas a comprender por qué han llegado a ti. Eso es lo que ocurrió hace más de dos meses con el tema de La Vida Patentada y la presencia de las multinacionales en África. Encontrarme con esos temas a través de medios tan diferentes, ha sido el motivo de inspiración de este artículo.
Comenzaré con unas palabras de Edmundo Fayanás Escuer, quién con respecto a la presencia de multinacionales en el continente africano dice: “Estamos asistiendo últimamente a muchas noticias en la que está n involucrados los norteamericanos que en nombre de la lucha contra el terrorismo están intentando asentarse en el continente africano”. Pero, ustedes se preguntarán: ¿cual será el interés de los norteamericanos en el continente africano? definitivamente no es un interés altruista el que mueve a Norteamérica ; como todos sabemos África es un continente con grandes reservas de petróleo, y por supuesto éste recurso mueve los “corazones” del mercado económico de Norteamérica y de otros países como Francia e Inglaterra. Es el petróleo el recurso fundamental para apoyar gobiernos corruptos que se hacen los de la vista gorda, mientras su país (en este caso África) es despojado de sus recursos.
Por otro lado y aunque el petróleo es definitivamente un aspecto muy apetecido para los países mencionados, otro tema de interés es el nacimiento de decenas de multinacionales biotecnológicas y farmacéuticas a partir de la explotación ilegal de recursos biológicos de África , con el fin de desarrollar diversidad de productos cuyos beneficios no son revertidos en el país del cual es extraída la materia prima (plantas, bacterias, hongos, …), a pesar de que con ello se esté violando un acuerdo establecido en el Convenio sobre Biodiversidad de la ONU, aprobada en 1992. Lo anterior, nuevamente justificado con el argumento de que los beneficios deben recaer en quienes los desarrollan biotecnológicamente y no en los países de origen de la materia prima.
Como muestra de lo anterior, se tienen tres ejemplo; en primer lugar está la firma británica SR Pharma, que se hizo con la patente de una bacteria recogida en Uganda durante los años setenta y que se utilizó para desarrollar un tratamiento contra enfermedades virales como es el caso del SIDA; en segundo lugar, están las compañías Bayer y Genecort International que han utilizado microorganismos procedentes de Kenia para fabricar fármacos y para desarrollar enzimas que son utilizadas en la decoloración de jeans (pantalones vaqueros; y, en tercer lugar está la compañía canadiense Option Biotech que ha patentado semillas procedentes del Congo para desarrollar un medicamento contra la impotencia. En todos los casos mencionados anteriormente las compañías han recibido millones de euros por la venta de los productos desarrollados, pero Uganda, Kenia y el Congo continúan sin ver un peso.
Las cifras y los informes son bien claros al reconocer que el potencial de los países africanos es inmenso; razón por la cual, cada vez son más las compañías que con el pretexto de contribuir en la lucha contra el terrorismo, siguen poniendo más que sus ojos en estos emporios de riqueza natural, favoreciendo el desarrollo de multinacionales que lo único que hacen es favorecer la guerra, los sobornos y la corrupción allí donde se han instalado. De manera tal, que cualquier parecido con lo que está sucediendo últimamente en Colombia, ¿será coincidencia?
Docente Biología
A lo largo de la vida, y en múltiples ocasiones sucede que te cruzas con temas, situaciones o personas que llegan a ti a través de diferentes medios, como si te estuvieran persiguiendo; es ahí cuando terminas por prestarles atención y comienzas a comprender por qué han llegado a ti. Eso es lo que ocurrió hace más de dos meses con el tema de La Vida Patentada y la presencia de las multinacionales en África. Encontrarme con esos temas a través de medios tan diferentes, ha sido el motivo de inspiración de este artículo.
Comenzaré con unas palabras de Edmundo Fayanás Escuer, quién con respecto a la presencia de multinacionales en el continente africano dice: “Estamos asistiendo últimamente a muchas noticias en la que está n involucrados los norteamericanos que en nombre de la lucha contra el terrorismo están intentando asentarse en el continente africano”. Pero, ustedes se preguntarán: ¿cual será el interés de los norteamericanos en el continente africano? definitivamente no es un interés altruista el que mueve a Norteamérica ; como todos sabemos África es un continente con grandes reservas de petróleo, y por supuesto éste recurso mueve los “corazones” del mercado económico de Norteamérica y de otros países como Francia e Inglaterra. Es el petróleo el recurso fundamental para apoyar gobiernos corruptos que se hacen los de la vista gorda, mientras su país (en este caso África) es despojado de sus recursos.
Por otro lado y aunque el petróleo es definitivamente un aspecto muy apetecido para los países mencionados, otro tema de interés es el nacimiento de decenas de multinacionales biotecnológicas y farmacéuticas a partir de la explotación ilegal de recursos biológicos de África , con el fin de desarrollar diversidad de productos cuyos beneficios no son revertidos en el país del cual es extraída la materia prima (plantas, bacterias, hongos, …), a pesar de que con ello se esté violando un acuerdo establecido en el Convenio sobre Biodiversidad de la ONU, aprobada en 1992. Lo anterior, nuevamente justificado con el argumento de que los beneficios deben recaer en quienes los desarrollan biotecnológicamente y no en los países de origen de la materia prima.
Como muestra de lo anterior, se tienen tres ejemplo; en primer lugar está la firma británica SR Pharma, que se hizo con la patente de una bacteria recogida en Uganda durante los años setenta y que se utilizó para desarrollar un tratamiento contra enfermedades virales como es el caso del SIDA; en segundo lugar, están las compañías Bayer y Genecort International que han utilizado microorganismos procedentes de Kenia para fabricar fármacos y para desarrollar enzimas que son utilizadas en la decoloración de jeans (pantalones vaqueros; y, en tercer lugar está la compañía canadiense Option Biotech que ha patentado semillas procedentes del Congo para desarrollar un medicamento contra la impotencia. En todos los casos mencionados anteriormente las compañías han recibido millones de euros por la venta de los productos desarrollados, pero Uganda, Kenia y el Congo continúan sin ver un peso.
Las cifras y los informes son bien claros al reconocer que el potencial de los países africanos es inmenso; razón por la cual, cada vez son más las compañías que con el pretexto de contribuir en la lucha contra el terrorismo, siguen poniendo más que sus ojos en estos emporios de riqueza natural, favoreciendo el desarrollo de multinacionales que lo único que hacen es favorecer la guerra, los sobornos y la corrupción allí donde se han instalado. De manera tal, que cualquier parecido con lo que está sucediendo últimamente en Colombia, ¿será coincidencia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario